Le llamaban La Noche Mágica. Pequeños diamantes de fuego inundaban las playas, haciéndola brillar y relucir desde cualquier ángulo del planeta. La Luna se sumaba a esta fiesta a oscuras en la que aportaba su reflejo contra el mar, dándole ese toque de glamour a la noche. Adultos y niños. Niños y adultos. ¿Alguien era capaz de encontrar la diferencia en esta noche? Imposible. Adultos saltando olas cual niños. Niños pidiendo deseos de adultos. Que paradójico. Pero tanto los grandes como los pequeños poseían algo en común esta noche. Sin darse cuenta saltan y bailan convertidos en los Vampiros de la oscuridad. Zoombies de la arena. Y Hadas de la noche. Bajo el inlujo de lo único que les uno a todos hoy en la penumbra:
La magia de la Noche de San Juan.
En la que desde el mas realista al mas iluso, comparten la ilusión de pedir un deseo en cada vuelta, en cada ola. Cerrando los ojos y a la vez sonriendo. Cogiéndose de las manos. Y susurrando en voz baja ese pacto con el cielo. Como si por mas fuerte que aprieten las manos, los ojos o las palabras entre los dientes ese deseo pudiera cumplirse. Como si ahí arriba, ahí fuera, alguien... ¿El Dios de los deseos quizás? Pudiera escucharlos.
He visto mas amor en esta noche que en los cuentos de Dinsey. Mas ilusión que en las Bodas de recién casados Y mas promesas y oraciones que los enfermos en hospitales. He visto parejas prometerse amor eterno sellándose la piel con marcas de fuego, para así jamas olvidarse, como si de tinta china se tratase. He visto besos fugaces y a la vez imposibles entre cohetes y cohetes. He visto despedidas, despedidas de pieles selladas por fuego de años anteriores, nuestra ultima noche se decían aprovechando cada segundo de esa ultima oportunidad, mientras se tiraban al agua decojonandose, sin darse cuenta que se despedían haciéndose los mas felices al unir sus manos y correr hacia la orilla. ¿Cuanto loco no? No son locos. Son borrachos hasta las trancas de alegría y celebración, los cuales hoy no conocen el limite. Son vagabundos de ilusiones mendigando deseos que hagan un poco mejor sus vidas. Son amigos drogados hasta el culo con la felicidad de volver a reencontrarse en esta noche. Todos y cada uno de ellos hipnotizados sin darse cuenta. Bajo el hechizo de la Noche de San Juan.
"La noche mas larga" la llaman algunos. Se equivocaban...
La noche en lo que hasta lo mas imposible podía convertirse en posible. Lo mas ilógico en lógico y lo mas subreal en real. Solo podía recibir un nombre. Una fecha. Solo podía ocupar 1 día de los 365 del año. Y esa, sin duda, era...
La noche de San Juan.
La Noche Mágica.
Pasarlo muy bien todos y todas. Pedir vuestros deseos para el resto de año o vida. Y recordad, que debéis tener cuidado con lo que deseáis, pues los deseos mas difíciles a veces se cumplen, sin ser lo que realmente deseamos. Y disfrutar como inconscientes, pues nada os hará ver o saber que esta noche la magia se apoderará de vosotros, convirtiéndoos en criaturas de esta mítica noche.
Feliz Noche de San Juan.
Feliz Noche Mágica.
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