"Me voy, necesito olvidarte." "Me voy, no podemos estar juntos." "Me voy tia y, nos mudamos." "Me voy, hay otra." "Me voy, ya no siento lo mismo." etc etc etc incluso, el mas jodido "Me voy, no puedo luchar mas, pero recuerda que te cuidaré desde el cielo." De todo tipo y de toda clase. Bfff... mas que muchas han sido las despedidas que ha tocado llorar, amigos, amigas, mas que amigas, familia, e incluso la del pequeño Zape. Tantas como las veces que me he querido ir yo, despedirme yo, largarme y escaparme, YO. Salir corriendo y huyendo de aquí. ¿Donde? No se. Lejos de aquí. ¿A un lugar mejor? Yo que se. Pero huir de aquí, esa era la única condición, un sitio donde el dolor y las despedidas no existieran, solo fueran un mito, un sitio donde poder ser feliz. ¿Enserio tu nunca lo has deseado? Pues yo cientos. Pero la verdad es que con 15, 16, 17 o ni 18 años, por mucho que lo desees, no es que puedas llegar muy lejos la verdad. Esto no es Peter Pan, que salimos todos volando por la venta y Adiós mundo cruel. Aun que estaría bien eh jajajaja. Pero después de tanto... Mmmmm ¿Y ahora con 19? ¿Y si ahora la que amenazase con largarse y no volver fuera yo? ¿Y si la que se despidiera de los demás por una puta vez fuera yo? Como hacerlo nunca estaba dentro de mis posibilidades por mucho que lo deseara, nunca me vieron capaz hacerlo. Pero... ¿y si después de tanto esfuerzo ahora si que pudiera hacerlo? Pegar el portazo y que otros me echen de menos como yo les eche a ellos, desparecer y que me busquen como yo los busque a ellos o simplemente dejarles con la misma pregunta en la cabeza que yo pensé durante mucho tiempo sin elegirlo ¿Por qué os vais?
¡Enhorabuena! tras ¡Enhorabuena! cada vez que te cruzas a alguien conocido. Seguido de un Muchas Gracias acompañado de una gran sonrisa para todos que de corazón de verdad se alegran. Quien me lo iba a decir, quien me iba a decir que después de tanto mis sueños por fin se harían realidad. Verlos ahí reflejados en una simple foto. Como aquel el niño que pide una bicicleta todos los años para reyes pero nunca llega y unas Navidades de repente le traen la mejor de todas ellas. Pues esa, esa fue mi sensación al ver el pasaporte a mi ansiosa y deseada huida. Me gustaría dar las gracias, pero no puedo hacerlo, pues esto no es ningún regalo. Esto es el resultado de la lucha por tus sueños. Por eso, si me estáis leyendo, por favor, solo quiero que jamas abandonéis aquello que queréis o deseáis, nunca. Ir a por ello como si no hubiera mañana, cada día, a cada instante, por encima de todo y de cualquier persona o situación de vuestras vidas.
Y es que quien me lo iba a decir a mi, cuando tan solo hace unos meses entre lagrimas lo único que me propuse fue abandonar. Tirar la toalla y no luchar mas, en ningún aspecto de mi vida. En ninguno. Aun puedo recordar ese día como si fuera ayer, en el que me puse delante de Mama y llorando le dije:
+ Mama yo se que algún día los buenos también seremos felices y tendremos nuestras recompensas por tanto sufrido y luchado. Quizás mas tarde y de forma mas difícil, pero demostrare que los buenos siempre ganamos.
Por que la mayoría de las personas llegan a nuestras vidas, para enseñarnos alguna que otra lección y después marcharse. Y una vez alguien me enseño que "Querer es Poder. Por encima de cualquier obstáculo o adversidad." y fue asi como conseguí demostrar que después de tanto, los campeones lo logramos, vencimos, triunfamos, ganamos. Por encima de todo y de todos.
4 años viviendo fuera de casa. Cerca, pero a la vez tan lejos. Y como en todas las despedidas, algunos se alegraran, otros no, otros quizás lloraran y otros posiblemente esa misma noche lo celebraran jajajaja. No pasa nada. ¡Yo lo haré todo junto creerme! Pues tomar esta decisión suponía afrontar una serie de consecuencias, entre ellas ver llorar a los que te aguantan día a día, echándote de menos antes de haberte incluso marchado (te quiero tontaina). Pero ya no hay vuelta atrás es hora de como dice una de las mías:
+ "Comenzar tu nueva vida."
Pero antes disfrutemos del mejor verano de nuestras vidas, como despedida, entre aquellos que quieran hacerlo.
Es hora de marcharse. Me toca.
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