‘’Oye que estoy aquí, aquí contigo’’ Y todo se
derrumbo en lágrimas al calcular tanto tiempo y tantos momentos y oír esa
frase. Fue un instante increíble. Esa sensación de ser la protagonista de una
gran y larga Historia, como todas, repleta de papeles secundarios, terciarios,
de brujas malvadas y de pirañas envidiosas y toca pelotas, pero señores yo.. ¡YO!
era la protagonista y eso era lo increíble. Si, la protagonista de una gran
Historia.
Una
Historia, un Cuento que estaba apunto de comenzar.
Como
una película de Walt Disney pues completamente igual, aunque he de admitir que
yo nunca he sido de Princesas de Disney, nunca me han gustado, creo que la única
que se salvaba era Blancanieves, las demás.. podría atreverme a decir que o
apenas o no he visto ninguna de sus películas. Por eso en mi historia, en mi
cuento de felicidad en el que me encontraba, cual obra de teatro había
miiiiiiiiles de papeles: buenos, brujas, pirañas, malvados, espías, gente
normal, los llamados "entrometidos" (ese papel que consiste en intentar
joder la Historia de amor y todo el cuento a toda costa) , animales de 4 patas,
también de 2, había toda clase de papel que puedes encontrar en cualquier
historia, también había príncipes y también princesas ese papel que desea toda
niña cuando se realiza una función. Ser la princesa del príncipe. Pero no... yo
estaba apunto de vivir una gran obra, la obra de mi vida, de mi felicidad. Esa
obra que comenzó desde el minuto numero: "Oye
que estoy aquí, aquí contigo" . Y para mi obra yo no quería ese
papel, ni ninguno de los demás... yo quería ser la protagonista, pero a la
misma vez saltándome las normal de Walt Disney, yo no quería ser una Princesa
mas de las del montón, yo quería ser diferente, única. Yo quería ser la Reina.
¿La Reina? Si. "La Reina de mi
Reino Azul." Pero al igual que todas las historias fantásticas de Disney, esas que todas acaban bien y la chica acaba llevándose al chico y
son felices y comen perdices. En la mía fallaba algo. A medida que la obra
transcurría.. algo no iba bien, lo notaba. Todo comenzó con un "Oye que estoy aquí, aquí
contigo" pero la verdad es que yo no te veía, si si si estabas ahí
encima del escenario formando y participando en la función, en la obra de Mi
Felicidad, al igual que yo tu también la protagonizabas. Tu y Yo. Pero no...
algo no iba bien. Te podía ver ahí encima junto a todos los demás personajes
que formaban este cuento pero no "junto
a mi, aquí conmigo..." Desesperada intentaba buscar tu mano junto
a la mía para agarrarla con fuerza y creer que todo era una confusión, que no
era un sueño o mas bien una pesadilla lo que estaba viviendo, que era real y de
verdad tu "estabas aquí, aquí
conmigo" como decías, pero mi desesperación aumento aun mas al no
encontrar tu mano junto la mía, a simplemente ni encontrarla. ¿Que estaba
pasando? ¿Pero si tu dijiste que..? ¿Si todo comenzó con un..? ¿Y lo de..? ¿"Oye que estoy aquí, aquí contigo"?
Intentaba encontrar una explicación porque no lo podía entender, la Historia de
Mi Felicidad no iba bien y yo no lo podía creer. Al principio quise creer que
todo era mi culpa por saltarme las normas de la Felicidad, por saltarme las
normas de todo cuento de Walt Disney y querer protagonizar un cuento siendo una Reina y no una Princesa como de costumbre, la Reina de un Reino Azul y muchos
más cambios que yo modelee y reformulee a mi manera, a mi gusto. ¿Y si en vez
de querer ser única y diferente hubiera formado mi historia igual de aburrida
que todas las demás de Disney? Al fin y al cabo serian aburridas, repetitivas,
pero al fin y al cabo todas estaban destinadas a la felicidad, a que la chica
se fuera con el chico y ambos comieran perdices dándoles por culo a todos los
demás papeles de la obra, sobretodo a "los entrometidos". Pero no, el
problema no fue ese, intentar ser única o diferente, ser una reina y no una
princesa. No, no era eso.
Me costó encontrar la solución, intentar entender el problema de la historia de Mi Felicidad, intentar entender ¿que había pasado? Sufrí, llore, rabie, pero lo necesitaba entender. Fue con el tiempo, con muchos quebraderos de cabeza, lágrimas y sobretodo con mis propios ojos, con lo que llegue a entender, comprender y ver que realmente desde un comienzo, desde un principio aquella obra, no era mi obra, modelada y regulada a mi gusto, a mis normas, si no que era una obra mas de Walt Disney de princesas felices, que todos los papeles ya estaban repartidos según el final elegido a cada uno de sus personajes. Y fue cuando entendí que realmente desde el principio todo había sido un sueño, una fantasía de niña inocente y posiblemente de niña muy idiota, que creyó que en esta obra que comenzó con un "Oye estoy aquí, aquí contigo" era la protagonista, pero no. Realmente no existía ningún problema en la obra, no existía ningún fallo, por eso no podía encontrarlo. El verdadero fallo era YO, que comenece creyendo ser la protagonista de esta historia y en realidad mi papel solo era secundario, terciario o posiblemente insignificante.
Me costó encontrar la solución, intentar entender el problema de la historia de Mi Felicidad, intentar entender ¿que había pasado? Sufrí, llore, rabie, pero lo necesitaba entender. Fue con el tiempo, con muchos quebraderos de cabeza, lágrimas y sobretodo con mis propios ojos, con lo que llegue a entender, comprender y ver que realmente desde un comienzo, desde un principio aquella obra, no era mi obra, modelada y regulada a mi gusto, a mis normas, si no que era una obra mas de Walt Disney de princesas felices, que todos los papeles ya estaban repartidos según el final elegido a cada uno de sus personajes. Y fue cuando entendí que realmente desde el principio todo había sido un sueño, una fantasía de niña inocente y posiblemente de niña muy idiota, que creyó que en esta obra que comenzó con un "Oye estoy aquí, aquí contigo" era la protagonista, pero no. Realmente no existía ningún problema en la obra, no existía ningún fallo, por eso no podía encontrarlo. El verdadero fallo era YO, que comenece creyendo ser la protagonista de esta historia y en realidad mi papel solo era secundario, terciario o posiblemente insignificante.
Y
es que después de entender que yo no era la chica que se iba con el chico para
ser felices y comer perdices y sobretodo al poderme haber creído desde un
principio algo totalmente imposible. Aun lloro, muchisimo. Aun lloro al
intentar saber cual era realmente mi papel junto a ti todo este tiempo. ¿Cual?
¿Que seria yo? ¿Si yo no era la protagonista junto a ti ¿Quién era realmente yo
encima de ese escenario entre tanto personaje? Posiblemente mi corazón y mi
cabeza quieran negarlo, hacer que no lo saben, aun que en el fondo si lo sepan.
Pero que la respuesta a esa pregunta, que el papel junto a ti sea tan
ridículo, insignificante y vergonzoso... que el corazón y la cabeza se nieguen a
aceptarlo y a querer saberlo. Pero no por ello puedan cambia un papel valorado
en NADA.
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Pues bueno Reinas, Princesas, Ranos, Ranas o como yo mas comúnmente prefería llamaros... mis Pocoyos. Después de creer ser la protagonista de una larga y bonita fantasía desperté y medio entendí que todos este tiempo QUIZÁS no fuera así, pero sea así o no yo no encajo en este cuento mas bien sobro en el. Soy una Reina con un Reino Azul sin rumbo en busca de su cuento y su historia perfecta, bueno no... perfecta no, como yo ben digo.. una historia única, diferente, mía. Quizás en esta no encajaba y mas bien sobraba, quizás ahora ande sin rumbo sin saber donde ir, igual que cuando nos pegamos un golpe en la cabeza, pero no por ello creáis que todo esta perdido, que ya no existen mas cuentos, ni mas fantasías. Quizas ahora no, yo no tengo prisa, no soy tan rápida, se lo que es el dolor y también el amor y sobretodo el echar de menos a alguien durante mucho tiempo de forma continua y no exporadicamente como les pasa a muchos. Si, se lo que es y estoy segura de ello me juzguen como me juzguen. Pero también estoy segura de que algún día, alguien necesitara una Reina con su Reino Azul en la Historia de su Felicidad y ahí estaré yo, dispuesta a completar su función, su obra, sin sobrar, sin estorbar, siendo la protagonista, la única y principal protagonista. Por eso hoy emprendo mi camino en busca de esa Historia, sin prisa, sin buscarla, yo no voy a buscar nada, ni nadie, ella me elegirá a mi. Porque aun que aveces no queramos debemos marcharnos, seguir adelante y dejar de esperar y llorar a aquellos que no esperan ni lloran por ti, que ya ni si quiera les haces falta.
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